El
existencialismo propone que es cada persona la que debe trazar sus valores y,
aunque debe hacerlos universales, no dejan de obedecer a sus designios, a su
libertad o, en el mejor de los casos, a su proyecto fundamental de vida. Cada
uno decidirá qué es bueno, qué es justo, de acuerdo a sus intereses.
Nihilismo viene de la palabra latina nihil, que significa nada, y se refiere a una actitud de indiferencia ante todo, puesto que nada tiene importancia, nada tiene significado. Para evitar que el existencialismo desemboque en un nihilismo de valores el sujeto debe erigir sus valores tomando en cuenta que su existencia incluye la existencia de los demás. La esperanza del existencialismo la da el tomar en cuenta al otro, darle sentido a la vida, el buscarlo, ver caminos para que la existencia tenga opciones de realización personal por medio de los valores.
Los teóricos coinciden con la generación actual haciendo sus críticas sobre la falta de “pilares, bases sobre su existencia” algunos de estos teóricos son Gilles Lipovetsky y Enrique Rojas.
Lipovetsky habla sobre el hombre actual, hedonista, que se preocupa por el ahora, el presente y que no le interesa el otro a profundidad. El hombre vacío cree importante todo lo que ofrecen los medios de comunicación. Maneja la teoría de que es una especie de “zombi”, un ente adormilado, pasivo, que se despierta en ocasiones cuando se ve atacado. Habla sobre una necesidad “narcisista” que busca verse bien y estar a gusto. Una sociedad narcisista es aquella que solo busca el bien, vacaciones y todo lo placentero.
Todo nos lleva a una cultura del vacío, donde el hombre al no aceptar su trabajo, sus responsabilidades, su cuerpo, y estar enajenado por los medios termina con un vacío en su ser. Esta es la nueva utopía de la era del vacío de la cual nace un hombre cool: de la era del plástico se deriva un nuevo modelo de héroe que aspira por encima de todo al poder, la fama, es teatral y tiene un buen nivel de vida, el hombre nihilista hace lo que quiere en todos los aspectos y vive para si mismo y para el placer sin restricciones.
Enrique Rojas asevera que muchas cosas son pasajeras “light”, leve y sin trascendencia que nos llevan a una vida sin valores. Para Rojas el hombre light emerge de una sociedad enferma, trae consigo una tetralogía nihilista con hedonismo, consumismo, permisividad y relatividad. Todo se basa en el materialismo cotidiano, en las relaciones afectivas ya no predomina la amistad, sino la promiscuidad y hay un gran vacío moral que lleva al hombre a ser infeliz.
Las características del hombre light se basan en que está informado de manera superficial, con escasa educación, entregado al pragmatismo con un interés superficial de la vida, indiferente a lo epistemológico, es trivial y todo es efímero, fugaz, cambiable, desechable.
Nihilismo viene de la palabra latina nihil, que significa nada, y se refiere a una actitud de indiferencia ante todo, puesto que nada tiene importancia, nada tiene significado. Para evitar que el existencialismo desemboque en un nihilismo de valores el sujeto debe erigir sus valores tomando en cuenta que su existencia incluye la existencia de los demás. La esperanza del existencialismo la da el tomar en cuenta al otro, darle sentido a la vida, el buscarlo, ver caminos para que la existencia tenga opciones de realización personal por medio de los valores.
Los teóricos coinciden con la generación actual haciendo sus críticas sobre la falta de “pilares, bases sobre su existencia” algunos de estos teóricos son Gilles Lipovetsky y Enrique Rojas.
Lipovetsky habla sobre el hombre actual, hedonista, que se preocupa por el ahora, el presente y que no le interesa el otro a profundidad. El hombre vacío cree importante todo lo que ofrecen los medios de comunicación. Maneja la teoría de que es una especie de “zombi”, un ente adormilado, pasivo, que se despierta en ocasiones cuando se ve atacado. Habla sobre una necesidad “narcisista” que busca verse bien y estar a gusto. Una sociedad narcisista es aquella que solo busca el bien, vacaciones y todo lo placentero.
Todo nos lleva a una cultura del vacío, donde el hombre al no aceptar su trabajo, sus responsabilidades, su cuerpo, y estar enajenado por los medios termina con un vacío en su ser. Esta es la nueva utopía de la era del vacío de la cual nace un hombre cool: de la era del plástico se deriva un nuevo modelo de héroe que aspira por encima de todo al poder, la fama, es teatral y tiene un buen nivel de vida, el hombre nihilista hace lo que quiere en todos los aspectos y vive para si mismo y para el placer sin restricciones.
Enrique Rojas asevera que muchas cosas son pasajeras “light”, leve y sin trascendencia que nos llevan a una vida sin valores. Para Rojas el hombre light emerge de una sociedad enferma, trae consigo una tetralogía nihilista con hedonismo, consumismo, permisividad y relatividad. Todo se basa en el materialismo cotidiano, en las relaciones afectivas ya no predomina la amistad, sino la promiscuidad y hay un gran vacío moral que lleva al hombre a ser infeliz.
Las características del hombre light se basan en que está informado de manera superficial, con escasa educación, entregado al pragmatismo con un interés superficial de la vida, indiferente a lo epistemológico, es trivial y todo es efímero, fugaz, cambiable, desechable.
POR: MUÑOZ CRUZ.
